viernes, marzo 29, 2024

Uruguay eligió a sus candidatos presidenciales que competirán por el poder en octubre

Daniel Martínez por el Frente Amplio, Luis Lacalle Pou por el Partido Nacional y Ernesto Talvi por el Partido Colorado competirán por el poder en las elecciones del 27 de octubre.

Los uruguayos eligieron a sus próximos candidatos a las elecciones presidenciales de octubre luego de celebrarse este domingo las elecciones internas de los partidos políticos. La Corte Electoral informó que la participación en los comicios alcanzó el 40% y superó a las internas de 2014.

El recuento de votos confirmó que la competencia electoral estará centrada en los tres grandes partidos tradicionales uruguayos, con Daniel Martínez por el Frente Amplio, Luis Lacalle Pou por el Partido Nacional y Ernesto Talvi por el Partido Colorado.

A continuación, el perfil de los tres nuevos candidatos a la presidencia:

DANIEL MARTÍNEZ (FRENTE AMPLIO)

El oficialismo de Uruguay, el Frente Amplio (FA), eligió al ingeniero y ex intendente de Montevideo Daniel Martínez, un político campechano, que lleva su mate a todos lados como si fuera una extensión de su brazo y buscará ir con él a la Presidencia del país.

Martínez, de 62 años, concretó de esta forma el amplio apoyo que tenía en la previa, ya que las encuestas lo daban con muchos puntos por encima de sus competidores.

Ahora, el candidato tendrá el desafío de reemplazar a las figuras históricas del FA como el actual presidente, Tabaré Vázquez, el ministro de Economía, Danilo Astori, y el ex presidente José Mujica (2010-2015) y llevar a su partido a un cuarto periodo de gobierno consecutivo.

El político se presenta ante la población con un discurso coloquial en el que evita confrontarse con sus adversarios -tanto dentro como fuera del FA- y con frases típicas uruguayas como el «vamo’ arriba».

Incluso, cuando asumió como intendente capitalino, en su primer día de mandato fue al palacio municipal en bicicleta como forma de mostrar una señal y fomentar este medio de transporte en el país.

El ahora candidato de la coalición comenzó su carrera política siendo muy joven durante sus años de estudiante de ingeniería cuando ingresó al sindicato de la universidad.

Luego, se consolidó en el ámbito gremial y fue uno de los fundadores del sindicato de la empresa estatal de combustible Ancap.

Su relación con el FA surge desde el Partido Socialista, al que se afilió en 1973 (año en que comenzó la dictadura cívico militar del país y se extendió hasta 1985) y mediante el que surgió su candidatura.

La integración con los socialistas permitió a Martínez mantener una buena relación con el presidente Vázquez, quien durante su primer periodo de gobierno (2005-2010), lo designó presidente de Ancap (2005-2008) y luego ministro de Industria, Energía y Minería hasta 2010.

Su carrera política en los últimos años, al encabezar una cartera y estar al frente de una de las principales empresas públicas del país, le hizo adquirir una notoriedad que, en 2009, intentó trasladar a las urnas pero el partido se lo negó.

En aquel año, Martínez se propuso como precandidato a la Presidencia; sin embargo, el FA decidió que los únicos dos competidores en las internas de ese año fueran Mujica (que terminó en primer lugar) y Astori.

Incluso, en el libro biográfico «Daniel Martínez, la carrera del ingeniero», del periodista uruguayo Antonio Ladra, el exintendente admite que su ego le jugó una mala pasada al intentar postularse para un puesto para el que aún no estaba lo suficientemente maduro.

Años más tarde, en 2015, Martínez logró darse a conocer y derrotar en las elecciones de la Intendencia de Montevideo nada menos que a Lucía Topolansky, actual vicepresidenta de Uruguay, ex guerrillera tupamara y esposa de una de las figuras más populares y reconocidas de Uruguay: Mujica.

Durante su gestión en la Intendencia, Martínez consiguió que el gobierno departamental llegara a tres años consecutivos con saldo financiero positivo, encabezó una serie de obras a lo largo de la capital y alzó su popularidad.

Con todo este panorama y, fundamentalmente, ante la falta de nuevos líderes en el FA, el Partido Socialista comenzó a principios de 2018 la campaña para convencer a Martínez de postularse como precandidato y en octubre el ex intendente lo confirmó.

Martínez siempre fue el favorito en la interna oficialista pese a que la candidatura de la exministra de Industria Carolina Cosse (2015-2019) tuvo el apoyo de Mujica y su sector, el Movimiento de Participación Popular (MPP).

Si bien el FA tiene un plan de gobierno ya establecido, Martínez ya ha dicho que apuntará al desarrollo de la ciencia y tecnología como pilares en su gestión.

Ingeniero, campechano y con el típico mate uruguayo siempre consigo, Martínez buscará revitalizar su partido, mejorar las encuestas y encabezar la renovación del oficialismo que ya no contará con sus emblemas históricos.

LUIS LACALLE POU (PARTIDO NACIONAL)

Luis Lacalle Pou consiguió este domingo hacerse con la candidatura del opositor Partido Nacional (PN- de derecha) y ahora irá a por su revancha en los comicios de octubre para alcanzar el sillón presidencial, al que no pudo acceder en las elecciones de 2014.

El senador y también abogado está inmerso en la política desde 2000, cuando ingresó al Parlamento como diputado.

Sin embargo, por su sangre corre gran parte de la historia política del Uruguay, ya que es hijo del ex presidente Luis Lacalle Herrera (1990-1995) y bisnieto de Luis Alberto de Herrera, una de las principales figuras políticas del siglo XX en el país suramericano.

Lacalle Pou, de 45 años, confirmó de esta forma su favoritismo en las encuestas, que durante toda la campaña electoral lo colocaron al frente de su partido varios puntos por encima de sus perseguidores.

Al igual que en las elecciones de 2014, cuando instaló el concepto de «por la positiva», el ahora candidato llevó adelante una campaña en la que evita los enfrentamientos tanto con sus pares como con sus opositores.

Aunque tiene en la espalda un apellido de peso para el país, el senador optó como estrategia para estas elecciones abandonar sus raíces y que su eslogan de campaña fuera únicamente «Luis».

Si bien desde un principio se especulaba con que el senador iba a ser el candidato de su partido, a fines de 2018 llegó a la escena política el magnate Juan Sartori, quien sorprendentemente presentó su precandidatura por el PN.

Lo que en un principio parecía ser una candidatura más, con el tiempo se fue transformando en un escollo para Lacalle Pou y acercándose en las encuestas.

La campaña de Sartori –que muchos lo acusaron de hacer «política sucia» y prácticas dudosas para hacerse conocer– fue efectiva y llevó al millonario a desplazar incluso al senador Jorge Larrañaga al tercer lugar.

En contrapartida, Lacalle Pou fue uno de los objetivos de la campaña sucia y, durante los últimos meses, se difundieron audios con noticias falsas, caricaturas insultantes e incluso encuestas falsas que atacaban al senador y lo acusaban -entre otras cosas- de irresponsable o drogadicto.

La vida del senador estuvo alejada de la política hasta que se convirtió en diputado. Según dijo en entrevista con Efe, la política para él fue «poder cambiar un chip de rebeldía negativa a rebeldía positiva, representó la posibilidad de ser una mejor persona».

En 2013, cuando todavía no era demasiado conocido, Lacalle Pou decidió ir tras los pasos de su padre y se lanzó a la precandidatura por el partido «blanco».

Lo que parecía imposible, ya que Larrañaga -que fue candidato por el PN en 2004 y precandidato en 2009 cuando cayó ante Lacalle Herrera- era amplio favorito, se convirtió en realidad y Lacalle Pou se transformó en el candidato de su partido.

En aquellas elecciones presidenciales no pudo hacer nada frente a la figura del actual presidente, Tabaré Vázquez, quien llegó sin mayores dificultades a su segundo periodo de gobierno.

Pese a la fuerte campaña publicitaria, a que se presentaba como un candidato joven y a que el oficialismo ya llevaba 10 años en el Gobierno, el pueblo uruguayo optó por Vázquez.

Hoy la situación es diferente debido a que el PN ha crecido en las encuestas y, fundamentalmente, a que la coalición de izquierdas oficialista, el Frente Amplio (FA), ha caído y corre riesgo de perder el Gobierno.

Además, el FA se encuentra en un periodo de renovación, en el que las principales figuras del partido (Vázquez; el ministro de Economía, Danilo Astori, y el expresidente José Mujica) se harán a un lado y ya no formarán parte de la fórmula presidencial.

Ahora, el desafío del líder nacionalista será vencer a la nueva cara del FA, el ex intendente de Montevideo Daniel Martínez, quien tiene una estrategia política similar a él ya que prefiere no ir al roce ni criticar a sus adversarios.

El niño rebelde e hijo de presidente confirmó su popularidad en las urnas y ya se afianzó como un político respetado en la esfera política de Uruguay.

Ahora, el desafío para él será lograr la unidad en su partido -que estuvo en duda en la campaña interna- y llevar al PN a un nuevo periodo de Gobierno.

La última vez en que los nacionalistas gobernaron Uruguay fue precisamente con su padre, por lo que tendrá la responsabilidad de volver a los blancos al poder y de continuar el legado del apellido Lacalle.

ERNESTO TALVI (PARTIDO COLORADO)

Ernesto Talvi fue el precandidato más votado dentro del Partido Colorado (PC) en las internas, derrotando al histórico Julio María Sanguinetti.

El triunfo de Talvi, de 62 años, fue la gran sorpresa de la jornada electoral ya que, hasta mayo, las principales encuestadoras del país daban a Sanguinetti, presidente uruguayo en dos mandatos (1985-1990 y 1995-2000), como amplio favorito.

De ahora en más, el candidato comenzará a trabajar por el triunfo de un partido que gobernó de manera ininterrumpida entre 1865 y 1919, y que tuvo en Jorge Batlle Ibáñez a su último mandatario, entre 2000 y 2005.

Hijo de un inmigrante macedonio y una inmigrante cubana, Talvi nació en Montevideo, donde se graduó como economista en la Universidad de la República antes de partir a Estados Unidos donde se doctoró en Economía en la Universidad de Chicago.

Entre 1990 y 1995, el candidato del PC trabajó en el Banco Central del Uruguay (BCU) asesorando al equipo económico en sus relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según cuenta su página web oficial, en la que se puede encontrar información personal y de su agrupación, Ciudadanos.

Asimismo, desde 1997 hasta 2018 se desempeñó como director académico del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), un lugar de investigación independiente y sin fines de lucro, dedicado al análisis económico de Latinoamérica con especial foco en Uruguay.

Dentro de sus proyectos, en caso de ser elegido, Talvi propone crear 136 liceos públicos en todos los barrios vulnerables del país.

De hecho, es uno de los fundadores del liceo Impulso en el barrio Casavalle, donde los jóvenes reciben educación laica y gratuita y en donde nueve de cada diez alumnos que ingresan culminan con éxito sus estudios secundarios.

Otras propuestas de Talvi pasan por la seguridad, fortalecer embajadas que estén ubicadas en mercados importantes con funcionarios preparados para abrirle mercados a las empresas uruguayas, para atraer inversiones, y bajar las tarifas de los servicios públicos.

Su programa de Gobierno llamado «Un pequeño país modelo» fue presentado el 24 de junio en un evento que fue transmitido por las redes sociales, las que fueron muy utilizadas por el economista durante su campaña.

De hecho, fue por esa vía por la que pactó un debate televisivo con el precandidato por la coalición de izquierdas oficialista, el Frente Amplio (FA), Óscar Andrade, que se llevó a cabo el 13 de junio.

También en Twitter, el colorado opinó sobre sus colegas y allí criticó duramente al precandidato del Partido Nacional (PN) Juan Sartori, quien durante su campaña prometió crear 100.000 puestos de trabajo.

Utilizando la ironía como recurso, Talvi rechazó la «mezquina» oferta de su par y anunció que él la triplicaría.

Además, agregó que en caso de ganar haría «todas las calles en bajada» y regalaría «bizcochos las tardecitas de domingo».

Ahora, con las internas conquistadas, Talvi retomará su trabajo con la idea de conquistar la Presidencia, pero sabiendo que no será un camino fácil.

Igualmente, buscará materializar el sueño que comenzó entre marzo y abril de 2018 cuando decidió presentarse en busca del relevo presidencial de Tabaré Vázquez, que se cumplirá el 1 de marzo de 2020.

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