jueves, marzo 28, 2024

Una garrapata, la señalada como causa de una alergia a la carne

Un científico norteamericano identificó que las personas con alergia a la carne comparten una particular característica en sus células.

Según el informe del investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, estas individuos tienen un “gran número de células B”. Son importantes porque tienen “unos anticuerpos que producen una reacción alérgica a la carne de mamíferos, como la vacuna.

Los síntomas de la alergia a la carne pueden variar desde urticaria leve a náuseas y vómitos hasta anafilaxia severa (shock grave), que puede provocar la muerte.

¿Una garrapata, la causante?

El trabajo en Virginia suma un dato: la presunta culpable de esta intolerancia a los productos cárnicos es la garrapata “Lone Star”, cuyo nombre científico es Amblyomma americanum. Esta especie alberga un elemento llamado alfa-gal, que el cuerpo humano percibe como una sustancia extraña y crea anticuerpos para combatirlo, lo que desencadena la alergia. «Síndrome de alfa-gal», fue el nombre que le dieron al proceso.

Loren Erickson, jefe de la investigación descubrió que las personas con alergia a la carne tienen exceso de las mencionadas células B, y éstos son las que en contacto con por ejemplo alfa-gal, dispara la reacción. Los hallazgos fueron publicados en la revista Journal of Immunology.

Sin respuestas aún sobre el mecanismo

«No sabemos de qué se trata la picadura de la garrapata que causa la alergia a la carne. Y, en particular, no entendimos realmente la fuente de células inmunes que producen los anticuerpos que causan las reacciones alérgicas», reconoció Loren Erickson. «No hay forma de prevenir o curar esta alergia alimentaria, por lo que primero debemos entender el mecanismo subyacente para poder idear una nueva terapia», explicó.

Los investigadores desarrollaron además un modelo de ratón para estudiar la alergia a la carne para que los científicos puedan observar las causas de este fenómeno. El autor del trabajo explicó que este modelo abre la puerta a identificar posibles mecanismos que podrían conducir a nuevas estrategias terapéuticas para probar en humanos.

Artículos relacionados

Más Información