Parece que ya suena a viejo cuento aquello de “no te fíes de las personas que conoces por Internet”. La aparición de aplicaciones para conocer gente como Tinder, OkCupid o Grindr y otras redes sociales como Twitter o Instagram propiciaron que desvirtualizar a alguien sea lo más normal del mundo entre nativos –y no tan nativos– digitales. Y son muchos los que, en el cara a cara, se dieron cuenta de que la persona que tenían delante no era exactamente la misma que aparecía en su feed.
Lo de esta vlogger china, no obstante, es otro nivel: conocida popularmente como Bilou pero autobautizada como Your Highness Qiao Biluo, acumulaba cientos de seguidores en la red de streaming Douyu. Su celebridad venía dada por ser una conocida cute goddess (algo así como ‘diosa adorable’) y su audiencia principal era el grupo conocido como indoorsmen: hombres que pagan por tener interacciones con mujeres atractivas a cambio de dinero o regalos para que la mujer que aparece en la pantalla les salude o charle con ellos. Muchas de estas celebrities atraen seguidores haciendo vídeos en directo donde aparecen disfrazadas o comiendo cosas tan poco apetecibles como ranas o pulpos vivos. Según informa el Global Times, Bilou llegaba a recibir por algunas de sus sesiones sumas de dinero de hasta 100,000 yuanes (algo más de 13.000 euros).
Pero un fallo en el sistema acabó con el sueño de Bilou y con el de sus seguidores: durante una transmisión en directo, un error técnico provocó que el filtro que habitualmente utilizaba dejase de funcionar, mostrando la verdadera cara de la estrella de Internet para revelar que, en realidad, se trataba de una mujer de 58 años utilizando un filtro de belleza.
Tal y como afirma la BBC, la popular vlogger solo se dio cuenta del fallo cuando las personas que estaban dentro de la ‘sala vip’ de su streaming comenzaron a salir en masa. Muchos de sus fans originales, hombres en su mayoría, dejaron de seguirla y cancelaron las transferencias después de descubrir su verdadera identidad.
El caso se hizo viral en las redes sociales chinas, donde más de 600 millones de personas compartieron la historia titulada “vlogger sufre un problema técnico y enseña su cara de vieja”. La vlogger no se hundió a pesar de haberse convertido en fenómeno viral en el país asiático y en el resto del mundo y, después de la repercusión, no solo dijo que revelar su identidad formaba parte de un plan para ganar fama, sino que espera lanzar un disco pronto. Su número de seguidores pasó de 50.000 a 673.000 en una noche. Demostrando así que, en ocasiones, decir la verdad también es rentable.