miércoles, abril 24, 2024

Tendencia peligrosa: padres que dejan a sus hijos en autos

Frente a la multiplicación de casos en que padres olvidan a sus hijos dentro del auto, especialistas alertaron sobre los peligros de que se produzca esta situación en verano, que puede provocar desde golpes de calor y cuadros de deshidratación hasta episodios de más gravedad que dejen secuelas irreversibles o hasta deriven en la muerte del chico.

Los dos últimos casos sucedieron, uno el viernes en Quilmes, cuando los padres dejaron a su hijo de 4 años encerrado para ir a una concesionaria, y debió ser hospitalizado al encontrarlo desvanecido. Y el otro caso ocurrió el pasado martes, cuando una pareja dejó encerrada a su hija en el auto de un estacionamiento de un shopping del barrio porteño de Boedo, mientras hacía más de 30 grados. El hecho más trágico se produjo en noviembre de 2018 en Santos Lugares, cuando murió una beba de 17 meses luego de que su padre -quien sufría pérdida de memoria por un ACV- se la olvidara en el auto durante ocho horas.

“Hay que tener extremo cuidado siempre, pero mucho más en el verano y si el auto está expuesto al sol”, expresó a DIARIO POPULAR Eduardo Silvestre, médico pediatra y divulgador científico de Grupo Medihome, quien aclaró que “nunca pueden quedarse los niños solos en el auto, ni siquiera para bajar a comprarle una golosina”. Silvestre aclaró que “el calor no es lo único, sino que pueden ocurrir otros accidentes al dejar a un nene solo en el auto, sobre todo cuanto más chiquito sea” y precisó que se pueden dar “cuadros de deshidratación de distinta gravedad, golpes de calor, ataques de pánico y, si pasan muchas horas, incluso asfixia”.

El también Jefe de Área Ambulatoria en el Hospital Garrahan detalló: “Los niños tienen inestabilidad en el balance hídrico, que es el resultado final de los ingresos y egresos de agua del organismo. Por eso tienen que tomar agua (o la teta, si son bebés) con frecuencia”. En el caso de un nene que se queda atrapado dentro de un vehículo, el profesional señaló que “mientras más tiempo pase y más alta sea la temperatura dentro del habitáculo, la pérdida de líquido va a ser más importante y se van a producir una serie de eventos progresivos”.

El primer caso es lo previo al golpe de calor, se llama agotamiento por calor. Los síntomas son sudoración excesiva, piel pálida y fría, sensación de calor sofocante. Si es un niño mayor y puede expresarlo, tiene calambres musculares; se lo ve con apatía, débil e incluso con dolor de estómago, cabeza o puede tornarse muy irritable”, graficó Silvestre, quien aclaró que en este caso se debe consultar al médico para evitar un mal mayor.

El deterioro en la salud prosigue. “Cuando no se reponen líquidos, el organismo fracasa en la compensación y aumenta la temperatura corporal hasta 39 o 40 grados. La piel se pone roja, caliente y seca porque la transpiración se agotó. En ese caso se empieza a alterar todo el funcionamiento. El corazón late más rápido, los pulmones también aumentan la frecuenca y se pierde más líquido”, puntualizó, mientras alertó: “Finalmente aparece dolor de cabeza muy intenso, vértigos, mareos y desorientación, delirio, pérdida de conocimiento, convulsiones e incluso puede llegar a darse la muerte”.

Consultado por otras circunstancias de que un chico quede atrapado dentro de un vehículo, el especialista de Grupo Medihome expresó: “Si aparece un ataque de pánico, aumenta la frecuencia cardíaca, la respiratoria y contribuye a deshidratarse”. Y agregó: “Para que se produzca asfixia tienen que pasar más de 4 horas y el auto completamente cerrado. Entonces, cada vez queda menos oxígeno y más de dióxido de carbono y respirás una atmósfera cada vez más contaminada”.

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