jueves, abril 25, 2024

Tendencia mundial: ¿Qué es la psicocosmética?

Desde hace varios meses que la psicocosmética fue cobrando fuerza dentro de la esfera beauty, y no es casualidad que su boom mediático haya tenido lugar en un marco de incertidumbre y miedo. A raíz de la pandemia, las emociones negativas se multiplicaron en hogares de todo el mundo, ante lo cual la alternativa de promover nuestra salud mental a través de la belleza resultó sumamente atractiva. Así surgió la idea convertida en necesidad de otorgarnos una sensación de bienestar al usar ciertos productos cosméticos preseleccionados.

Históricamente, la cosmética estuvo vinculada a dos grandes terrenos complementarios entre sí: por un lado, la salud (que engloba todo lo vinculado al cuidado de la piel y el pelo), y por otro, la estética y el maquillaje. Con esta nueva tendencia que es furor en redes sociales, no solo se reafirma su alcance bidireccional, sino que se incorpora una tercera dimensión: la salud psicológica e integral.

La psicocosmética o neurocosmética sostiene que según qué fórmulas naturales son utilizadas en la preparación de un producto (colores, olores, texturas), se ejercerá una influencia irrevocable en nuestro estado de ánimo individual. El resultado buscado es una experiencia psicológica positiva y satisfactoria, tal como lo afirma el equipo de psicólogos de la popular aplicación ifeel.

“Aunque nos apliquemos los cosméticos más psico, más neuro y más smart que la industria pueda fabricar la realidad es que, con un poco de suerte, vamos a envejecer como todo el mundo”, advierten, con el objetivo de no confundir al público ni divulgar falsas esperanzas. Ningún producto es milagroso.

“No podemos pretender que por el hecho de hidratar, regenerar, maquillar nuestro cuerpo (o lo que sea que haga el producto en cuestión) eso va a generarnos emociones ya más elaboradas, complejas, profundas o duraderas”, explica Rafael San Román, psicólogo de ifeel. “Las emociones positivas son más profundas y complejas: orgullo, alegría, gratitud, flow, emociones estéticas (como las que nos proporcionan las obras de arte), saboreo (revivir las experiencias positivas que hemos tenido), etc. Estas emociones no las proporciona un cosmético, ni un tratamiento estético, por muy bueno y continuado que sea”, añaden.

“Si tu autoestima está dañada porque tu piel está deshidratada o porque tienes manchitas entonces tu autoestima va a mejorar si cuidas tu piel con los productos adecuados; pero si tu autoestima no tiene que ver con el estado de tu piel entonces es bueno que la cuides con los productos adecuados, pero sabiendo que tu satisfacción contigo mismo y tu falta de seguridad y motivación no van a mejorar significativamente por muchos psicocosméticos que te apliques”, explican los expertos. “Esos productos pueden hacer que tu piel esté sana, brillante o bonita, pero eso no es desarrollo personal en el sentido profundo del término”, resalta.

Fuente: TN

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