jueves, abril 25, 2024

Superliga: Boca derrotó a Banfield y se clasificó a la Copa Libertadores 2020

A Boca no le quedaba otro atractivo en la Superliga que el de pelear por el ingreso directo a la Copa Libertadores  2020  y así evitar el dolor de cabeza que puede significar disputar series de repechaje. Anoche, ante Banfield, en la Bombonera, el conjunto de Gustavo Alfaro finalmente consiguió lo que tanto pretendía: fue 2-0 con tantos de Ramón Ábila y Cristian Pavón, en una noche sin tanto brillo y en la que un error grosero del primer asistente le hizo más fáciles las cosas al xeneize.

En el primer tiempo, Boca fue Boca. Un equipo incómodo, impreciso y sin posesión. Imagen que se repite partido tras partido y por la que Alfaro deberá meter mano pronto si no quiere un golpe inesperado: si no modifica a tiempo eso, algún rival puede llegar a abusar de ese déficit bien marcado que tiene su elenco. Fue pálido lo del xeneize en esos momentos, a tal punto de que solo generó peligro dos ocasiones aisladas: a los 20, una palomita de Carlos Izquierdoz que exigió al juvenil Facundo Cambeses; a los 25, un mano a mano fallado por Ábila cuando ya había superado al arquero, pero se topó con el buen cierre de Claudio Bravo.

Sin embargo, todo lo terminó de solucionar un error muy grosero del asistente N°1, Ezequiel Brailovsky, a los 17 minutos. Difícil entender cómo no observó el claro offside de Wanchope al momento de la asistencia de Cristian Pavón: así Boca abrió un partido que no le sentía nada bien.

Y Banfield, mientras tanto, fue eso que tanto quiere Hernán Crespo: un equipo plantado en el campo rival que manejó la pelota de lado a lado intentando encontrar el desequilibrio por los costados o algún desorden de Boca por el centro. Pero sufrió mucho su carácter juvenil: un equipo plagado de chicos de las Inferiores que tienen el apoyo de experimentados como Renato Civelli y Jesús Dátolo, también nacidos en la cantera verdiblanca. Especialmente en dos aspectos. Porque, por un lado, nunca supo ser profundo en ofensiva y así lastimar de verdad. Y, por otro, tener las líneas tan adelante fue un manjar para Boca, que con su velocidad para atacar aprovechó cada espacio gigante que dejaba el Taladro en el fondo.

Aunque el segundo tiempo fue una historia diferente. Y ahí Boca también volvió a ser el Boca de Alfaro. Mucho más suelto con la pelota, más predispuesto para la ocupación de huecos, mejor distribuido en el campo y con un mayor grado de atención. No le dejó a Banfield ni siquiera insinuar las intenciones de la primera mitad e hizo la diferencia física y futbolística. Gracias a eso estiró el marcador y pudo respirar la tranquilidad de los tres puntos asegurados: a los 11 del complemento, Carlos Tevez -uno de los pilares de la pequeña levantada- dejó mano a mano a Pavón, que sacudió de derecha y selló la clasificación a la Libertadores en la noche de su vuelta tras el desgarro que lo marginó durante cinco semanas.

Boca no pudo conseguir el tricampeonato doméstico que tanto anhelaba para sacarse la espina por primera vez en su historia. Sin embargo, lejos está de ser una mala campaña: Gustavo Alfaro logró uno de los objetivos que se había trazado para encarar este primer semestre de su ciclo, obteniendo grandes resultados. Así, Boca también tendrá Copa Libertadores en el 2020.

(Fuente: La Nación)

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