El Jueves Santo se conmemora la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, en la que les lavó los pies en señal de amor y servicio. Fue durante esta cena que Jesús estableció la Eucaristía, bendiciendo el pan y el vino e invitando a sus apóstoles, diciéndoles que reciban su cuerpo y su sangre.
Con el Jueves Santo acaba la Cuaresma y se inicia el Triduo Pascual, es decir, el periodo en que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús, que se extiende del Jueves Santo al Sábado Santo.
Dos eventos de singular importancia tienen lugar este día según la Biblia: la última cena, donde se instituye la eucaristía y el sacerdocio, y el lavatorio de pies.
Este día, pues, se suele conmemorar la institución de la eucaristía mediante la celebración de los Santos Oficios, y se recuerda la agonía y oración de Jesús en Getsemaní, en el jardín de los olivos, la traición de Judas y el arresto de Jesús.