El planteo de un horario corrido de comercios en la capital provincial llegó para quedarse. Es una de las muchas discusiones que trajo consigo la pandemia y su aislamiento. Esta idea impone una serie de importantes ventajas, pero también -en menor medida- algunas desventajas a debatir.
Para la ciudad es tradicional su horario “cortado”, y no necesariamente de comercios, sino también de empresas: la “nueva realidad” posibilitó revivir esta discusión.
Con esta iniciativa se promueve un equilibrio laboral del trabajador con su vida privada. Al no tener que trabajar por las tardes, dispondrá de más horas de luz y más tiempo para aprovecharlo y dedicar buena parte de la jornada al ocio y al esparcimiento personal.
Desde esta perspectiva el presidente del Concejo Deliberante, Facundo Sartori, puso sobre la mesa el proyecto que busca más legitimidad social y por sobre todas las cosas, un verdadero cambio cultural.
Para el concejal la pandemia permitió afrontar la vida desde otra óptica, adoptando por fuerza mayor nuevos hábitos diferentes que en circunstancias “normales”. Entre ellos, el debate sobre el horario corrido se hizo presente, y caló profundo; de hecho, una gran mayoría de la población halla en el “horario de la pandemia” una mejor organización de sus quehaceres laborales y domésticos.
“Posadas está preparada”
Apuntando hacia un proceso gradual aseguró Sartori que “Posadas está preparada para implementarlo. Hay beneficios importantes con esto, no solo es un cambio administrativo sino económico y de salud”.
El principal argumento a favor es la optimización del tiempo. Se podrían realizar más actividades durante la jornada y otro es el ahorro económico en el uso del transporte público o vehículo particular.
En una encuesta hecha recientemente en la ciudad, los que se encuentran a favor del cambio aseguraron que las ventajas van desde el ahorro de tiempo y dinero para el trabajador -al reducirse la cantidad de viajes diarios- y un mayor aprovechamiento de la luz natural en los comercios, reduciendo así el gasto de energía eléctrica.
La jornada laboral terminaría cerca de la media tarde, lo que posibilitaría más tiempo para estar con la familia, amigos o hacer otras actividades al aire libre.
También se mencionó la mejora de la salud, haciendo referencia a los beneficios anti estrés, mejor calidad de vida, mejor descanso, ahorros en recursos ecológicos y menor contaminación por tránsito vehicular. También ayudaría a reducir la inseguridad.
Entre las respuestas en contra hubo manifestaciones por el calor excesivo en ciertas temporadas del año, o la dificultad que significaría cambiar costumbres y tradiciones muy arraigadas en la sociedad misionera.
La encuesta fue realizada durante dos semanas y midió casos segmentados en edades, ocupación y zonas geográficas de residencia como estudiantes, freelancers, comerciantes, y profesionales.
“La gran mayoría de los comercios posadeños está de acuerdo con este sistema. El trabajo se seguiría desarrollando como se dispuso por la pandemia”, resaltó el edil.
Explicó que el caso de Argentina, el horario habitual tiene algunas variables que dependen de la región de la que se hable. Por ejemplo, en la zona norte del país generalmente hay un horario diferenciado de la zona centro.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el horario habitual de trabajo en oficinas y comercios es de 9 a 17. Las entidades bancarias abren sus puertas de atención al público de 10 a 15:00. “Si nos enfocamos en Posadas, el horario de atención es de 7 a 12 y de 16 a 20. Hay una pausa que comúnmente se la denomina como el horario de la siesta”, expresó.
Añadió Sartori que pretende poner en agenda la iniciativa, con la “participación directa de los posadeños. Buscamos legitimidad social, que la gente acompañe y que no sea una ordenanza sacada solo de un cuerpo legislativo, sino encontrar un apoyo popular, de la Cámara de Comercio y los sindicatos”, dijo.
Podés leer la entrega completa de julio en su versión online en: 📖 ISSUU / Revista Códigos – Julio 2020