jueves, marzo 28, 2024

Qué síntomas pueden indicar cáncer de intestino

El cáncer de intestino delgado es una enfermedad poco frecuente en la que se forman células malignas en la mucosa que recubre los diferentes tramos del intestino delgado.

Al igual que sucede con otros tipos de cáncer, la causa que desencadena la aparición de células malignas en el intestino. Sin embargo, sí se sabe que existen factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de que esto suceda. La mala alimentación -esto incluye un consumo alto de carnes rojas, la ingesta excesiva de alcohol, de azúcares, de sodio, entre otros elementos-, el tabaquismo, la presencia de pólipos intestinales, la enfermedad de Crohn y los antecedentes familiares son algunos de los factores que los especialistas consideran que aumentan las chances de que aparezca un cáncer de intestino. Además, hay otras afecciones que pueden impactar de este modo en el cuerpo, como el síndrome de Peutz-Jeghers y la poliposis adenomatosa familiar (PAF).

Uno de los principales problemas en torno a esta enfermedad -algo que también sucede con el cáncer de colon- es que no tiene una sintomatología clara ni concreta. Además, suelen aparecer en una fase avanzada de la enfermedad, y en algunos casos, cuando ya es difícil de controlar o tratar.

Los más frecuentes son el dolor en el abdomen, la pérdida de peso, el malestar general, incluidas las náuseas y los vómitos, y la sangre en la materia fecal. Es importante tener en cuenta que muchos de estos síntomas se comparten con el cáncer de colon y con otras afecciones intestinales, por lo que es clave la consulta con un especialista para determinar su verdadero origen y poder tratarlo.

Tal como se mencionó, la enfermedad suele ser detectada cuando ya se encuentra bastante avanzada. Los estudios que se pueden realizar con este objetivo son la endoscopia digestiva alta, el tránsito digestivo -un procedimiento radiológico que permite ver anomalías en la pared intestinal ingiriendo un contraste de bario por la boca, que pasa por todas las partes del intestino-, y las tomografías computada abdominal y torácica. También se puede detectar a partir de una resonancia magnética abdominal y el análisis de marcadores tumorales en sangre.

Aunque los síntomas aparezcan en una etapa avanzada de la enfermedad -lo cual implica que la detección probablemente no sea temprana- es importante prestar atención a ellos y consultar con un especialista ante su aparición.

Fuente: iprofesional

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