El mundo de los tatuajes fue uno de los que se vio afectado por la pandemia de coronavirus. Pero cuando se puso fin a la etapa de aislamiento social, preventivo y obligatorio el mercado experimentó un boom. La gente que había podido ahorrar dinero durante la cuarentena decidió utilizarlo para dejar de posponer su deseo de grabar dibujos sobre su piel.
Al igual que con las operaciones de cirugía estética, parte de la población decidió invertir en su cuerpo al no poder hacerlo en otras cosas como salir a comer, viajes o gastronomía. Ahora bien ¿es el verano una buena época para hacerse un tatuaje?.
“No conviene hacerlo justo en verano. Al aplicar una tinta en la piel, de ninguna manera podés exponerla al sol. La exposición a los rayos solares puede incluso incrementar el riesgo de algún tipo de reacción alérgica de la tinta. No es aconsejable hacerse los clásicos ni tampoco los famosos tatuajes de verano de henna”, indica el especialista en Dermatología, Eduardo De Carli (M.N. 58.176) ante la consulta de Con Bienestar.
Por lo pronto, el dermatólogo recomienda que si nos vamos a hacer un tatuaje en esta época, deberíamos llevarlo unos días vendado con papel de film o tapado, evitar exponerlo al sol y al calor extremo, así como a los roces. También es aconsejable ponerse frío en la zona donde se realizó para controlar la temperatura.
El especialista descartó que con una mayor sudoración, debido al calor, la tinta vaya a licuarse, pero sí que va a alterar o acelerar el proceso inflamatorio de la piel. “El hecho de inyectar una tintura y los pinchazos en sí producen una inflamación inevitable que puede verse empeorada en condiciones ambientales extremas, como el calor”, advierte el dermatólogo.
Por otro lado, en el verano no sólo hay que considerar la exposición a la radiación solar como algo perjudicial, sino también el consecuente aumento de la temperatura de la piel.
Las reacciones adversas no siempre son inmediatas al momento de realizarse el tatuaje, en algunos casos pueden presentarse hasta dos o tres semanas después. Por lo que si al principio no aparecen efectos secundarios, esto no quita que, pasado cierto tiempo, se puedan desarrollar.
“Como cualquier procedimiento que se aplica a la piel y que va a alterar el color o la textura, es preferible hacerlo cuando no hay exposición solar. Un tatuaje nunca es urgente, me parece que puede esperar y hacerse en un momento más adecuado para cuidarlo mejor y reducir las chances de inconvenientes”, considera De Carli.
La ventaja de hacerse un tatuaje en verano es que, dependiendo de la zona en la que se vaya a realizar, se evita el roce con ropa o calzado que pueda dañar el área. La facilidad del verano al llevar prendas más ligeras y holgadas reduce la posibilidad de molestias en pies, costillas, piernas, brazos o cadera.
Los cuidados posteriores a la realización de un tatuaje son claves para asegurar una correcta cicatrización. El lavado con jabón neutro y el tratamiento con una crema neutra tres veces al día por al menos dos semanas deben seguirse a rajatabla.
Fuente: TN