viernes, abril 26, 2024

Pirotecnia 0 en Puerto Iguazú: a través de una resolución, el Ejecutivo prohibió su uso

A través de la resolución 728/19 en uso de sus atribuciones, el intendente Claudio Filippa resolvió la prohibir la tenencia, fabricación, depósito y venta, y circulación de pirotecnia. Aquellos que infrinjan ésta norma serán punibles de sanción a través del Juzgado de faltas.

Se entiende por pirotecnia en general, a los dispositivos que están preparados para que ocurran reacciones pirotécnicas en su interior o específicamente al arte, ciencia o industria de hacer fuegos artificiales, cohetes, rompe portones, bombas de estruendo, triángulos, petardos, triquitraques, buscapiés, luces de bengala, garbanzos, estrellitas y cualesquiera otros análogos en los que se utilice cualquier compuesto químico o mezcla mecánica que contenga unidades oxidantes y combustibles u otros ingredientes, o cualquier sustancia que por sí sola o mezclada con otra pueda ser inflamable, no importando las cantidades o proporciones que contengan esos compuestos químicos o mezclas mecánicas, o la forma y diseño de esos productos o artificios que al ser encendida por el fuego, por fricción, conmoción, percusión o detonador, cualquier parte de dicho compuesto o mezcla pueda producir una repentina reproducción de gases capaces de producir sonido o fuego o ambos.

Lo que pasa hoy con el uso de la pirotecnia sonora, que, por imperio de la costumbre, se instaló como una “tradición” en determinadas épocas del año y en festejos como la Navidad, el Año Nuevo, la obtención de logros deportivos y ahora también en cumpleaños, casamientos, etc.
No toda costumbre es sana o inofensiva para todos los miembros de la comunidad, y no toda costumbre puede crear Derecho cuando no respeta el ideal de justicia. Claramente no es justo que algunos se diviertan y festejen, utilizando para ello manifestaciones sonoras de fuerte impacto, mientras que otros sufren y se exponen al peligro por el mismo accionar.

“Eestamos en tiempos en que la evolución social, los avances científicos y el sentido de la empatía nos exigen una revisión permanente de las costumbres. Justamente, las ciencias en general y la ciencia médica en particular, han demostrado que la pirotecnia sonora acarrea una grave contaminación en el medio ambiente y genera riesgos concretos en la salud e integridad de personas, sobre todo en personas ancianas, veteranos guerra, a quienes les es traumático recordar esos estruendos, enfermos cardíacos y personas con discapacidades cognitivas o neurológicas que no comprenden la causa de explosiones, tales como Síndrome de Down, Asperger, Autismo, y otras; y en bebés y niños con mayor sensibilidad auditiva”
Además de la inquietud y estado de desesperación en que puede caer este amplio espectro de personas sometidas a los estruendos, la pirotecnia sonora puede generar daños concretos en el órgano auditivo, que en ocasiones pueden resultar irreversibles.

La pirotecnia puede alcanzar desde los 150 a los 175 decibeles mientras que el oído tiene la capacidad de tolerar sonidos hasta 90 dB sin que se produzca daño. Este nivel de ruido puede ocasionar la pérdida de audición temporal o permanente y zumbidos, al lesionar las estructuras del oído interno.
El ruido generado por la pirotecnia, especialmente por los petardos, suele tener una duración muy corta, de aproximadamente 1 centésima de segundo que se propaga a gran velocidad en espacios abiertos.

Fuente: La Voz de Cataratas

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