El funcionario minimizó la posibilidad de que esa zona de la provincia exhiba un escenario similar al de las paraguayas Ciudad del Este y Foz. «Nuestra frontera está celosamente custodiada», aseguró durante una entrevista.
P.: Si bien la detención, en septiembre pasado, del libanés Assad Barakat se produjo en Foz de Iguazú, se confirmó que usaba el casino del lado argentino para “lavar” dinero. ¿Usted considera que es un hecho delictivo aislado?
M.P.: Sí. De todos modos, este hecho está en un proceso de investigación. Siempre que haya población que tiene como costumbre y tradición remitir dinero a sus familiares que residen en zona donde hay supuestos grupos terroristas existirán las sospechas. Algunos enviarán dinero con fines loables y otros con otros fines, inclusive delictivos. Está bueno que se investigue porque implica la presencia de fuerzas de seguridad e inteligencia que hace que la zona deje de mencionarse como una zona permeable precisamente porque se logró ingresar en investigaciones profundas como el caso Barakat.
P.: Iguazú recibe miles de turistas al año por las Cataratas. ¿Es una ciudad segura?
M.P.: Iguazú es una ciudad segura, con algunos problemas de inseguridad como cualquier otra ciudad donde a alguien le pueden robar, estafar o clonar la tarjeta de crédito. Reconozco que hay puntos de venta de drogas; desde el ministerio de Gobierno conjuntamente con el Ministerio de Seguridad de la Nación hacemos lo humanamente posible para reducir los hechos delictuales. Lo logramos en esta gestión del gobernador Hugo Passalacqua. Reitero, Iguazú es una ciudad segura donde el turista y cualquier ciudadano puede caminar con tranquilidad en cualquier horario.
Fuente: Ámbito Financiero