Uno se está yendo y el otro podría enfrentarlo en las PASO en representación del radicalismo. Entre la comitiva que acompaña al presidente Mauricio Macri hay dos nombres que sorprenden: Emilio Monzó y Martín Lousteau.
El presidente de la Cámara de Diputados ya avisó que no hay vuelta atrás: no reelegirá como legislador y, según sus allegados, espera que su salida del Parlamento se dé cuanto antes. Monzó busca que Macri lo designe como embajador en España, algo que aseguran fuentes oficiales es un hecho.
Por otro lado, Martín Lousteau suena como uno de los representanes del radicalismo para ser competidor dentro de la PASO en Capital Federal. De hecho, en las últimas semanas, Ricardo Alfonsín habló sobre esta posibilidad y dio el visto bueno.
La buena relación personal se mantiene pese a las diferencias políticas, cada día más grandes. ‘Está todo muy tenso’, reconoció un testigo de esa amistad. El viaje, justamente, servirá para bajar el nerviosismo y cerrar un ciclo.
Integrante de la mesa política, Monzó siempre buscó la apertura del macrismo, sobre todo con el peronismo, idea que siempre chocó contra las voluntades del poderoso jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el consultor ecuatoriano Jaime Duran Barba. Su socio en esa batalla fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien también quedó más lejos de la toma de decisiones y podría seguir el camino de Monzó en año próximo; es el candidato de Macri para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).