sábado, abril 20, 2024

Los 5 mitos más populares sobre alimentación

Estamos “infoxicados”, recibimos información a través de diferentes canales y formatos, no solo nos resulta una cantidad de estímulos difícil de procesar si no, lo que es más peligroso es que muchas veces las fuentes no son confiables. Cuando se trata de alimentación y salud es imprescindible que la información este basada en evidencia científica.

 

La ciencia ha demostrado que no existe ningún único alimento o producto milagroso que pueda prevenir o tratar una enfermedad o producir efectos extraordinarios. Si hablamos de salud la manera efectiva de incidir positivamente es a través de un estilo de vida saludable, lo que contempla el conjunto de alimentos que consumimos, el patrón alimentario, y también aquellos alimentos que por alguna razón no estamos consumiendo. Además, es igualmente relevante nuestro nivel de movimiento, cómo gestionemos nuestros factores de estrés y emociones, la calidad de nuestro sueño, la cantidad de horas que dormimos, el consumo de tabaco y alcohol, entre otros. Todos factores que se interrelacionan y retroalimentan. No es uno solo sino el conjunto de conductas que conforman nuestros hábitos la clave para mejorar nuestra calidad de vida.

 

 

¿Por qué nos aferramos a soluciones milagrosas? Mantener una alimentación de calidad requiere planificación, organización y cambiar el foco para ver el cuidado de la misma como una estrategia de bienestar y no como una preocupación adicional.

 

 

Cada persona tiene necesidades particulares y una nutrición saludable con efectos sostenibles es aquella que podemos sostener a largo plazo, basada en alimentos sanos pero que sea de alguna manera sencilla de mantener.

 

 

¿Cuántas veces escuchaste las siguientes afirmaciones sobre los alimentos?

 

 

“Las pastas engordan”: Relacionar la ingesta de un alimento o grupo de alimentos con la capacidad de subir de peso no es acertado ya que son muchos los factores involucrados en este efecto: la calidad de nuestra alimentación, la cantidad que comemos en relación a nuestro gasto energético, cuanto nos movemos, como es nuestro sueño y cómo gestionamos nuestras emociones.

 

Sí tenemos que prestar atención a la calidad de pastas que consumimos, a las salsas y acompañamientos. ¿Cómo podemos elegirlas? Que sean integrales o a base de harina de legumbres, acompañadas de vegetales, carnes magras, salsas con menor contenido de grasas (como crema de leche) y mayor contenido de aceite de oliva extra virgen y frutos secos.

 

 

El exceso de peso es el resultado del todo y las pastas no son las “únicas culpables”

 

 

“No se puede comer huevo todos los días porque aumenta el colesterol”: El consumo de colesterol procedente de los alimentos eleva poco sus niveles en sangre. El huevo es un alimento increíble por su alto valor nutritivo debido a la calidad de sus proteínas, por su riqueza en grasas saludables entre otros componentes. Podemos decir que sus beneficios son mayores que sus desventajas.

 

“No se puede mezclar en una comida carnes con papas o arroz”: La gran mayoría de los alimentos contienen más de un macronutriente en su composición. Nuestro cuerpo es capaz de digerir todos los nutrientes a la vez. Además, comer variado ayuda a la saciedad, a reducir picos de azúcar en sangre. Por supuesto todo depende de las necesidades individuales y de las cantidades.

 

“Los frutos secos engordan”: Estos alimentos son esenciales en nuestra dieta ya que aportan grasas saludables, fibras y proteínas. Nos dan saciedad y podemos tenerlos disponibles de manera sencilla. Sí es importante prestar atención al tamaño de la porción que en general es de un puñado.

 

“Fruta o su jugo igual de saludables”: La fruta entera aporta todos sus componentes, en especial la fibra que es fundamental para la salud y la saciedad ¿Cuántas naranjas utilizás para hacer 1 vaso de jugo? ¿Te comerías esa misma cantidad de naranjas enteras?

 

Es importante que tomemos conciencia sobre lo que necesitamos cambiar y busquemos asesoramiento profesional y fuentes de información confiables. Además de ejercitar un espíritu crítico que nos ayude a elegir lo mejor para nuestra nutrición.

 

Fuente: Ámbito

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