viernes, abril 19, 2024

¿La actividad física permite que se regeneren las neuronas?

Hay diferencias de opinión sobre este tema. Clásicamente, y debido a los estudios animales que es principalmente donde se ha testado esta hipótesis, se creía que en el cerebro joven, de 0 a 2 años, había posibilidad de regeneración neuronal, es decir, que se produciría lo que se conoce como neurogénesis, la aparición de neuronas nuevas.

Pero en estudios posteriores mucho más recientes, algunos de ellos en humanos y sobre todo en adultos mayores, se ha visto que el ejercicio no produce neurogénesis. Aunque es muy importante que te aclare una cosa, independientemente de que se produzca o no neurogénesis, el ejercicio puede mejorar el cerebro. ¿De qué hablamos? La neurogénesis no es el único proceso para aumentar la función cognitiva. Hay otros procesos que son muy importantes y en los que el ejercicio podría producir cambios. Uno de ellos es lo que llamamos sinaptogénesis que es la creación de sinapsis, es decir, nuevas conexiones entre las neuronas y otro es el de la angiogénesis, el aumento de la densidad capilar y del flujo sanguíneo del cerebro.

Con este marco, la pregunta de si el ejercicio regenera neuronas no tiene en realidad una sola respuesta, depende de a qué escuela científica se siga. Recientemente, investigadores españoles del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa publicaron en Nature Medicine un estudio destacando que la neurogénesis en el hipocampo adulto es abundante cuando los sujetos son sanos pero se reduce drásticamente con enfermedades como el Alzheimer y de ahí que el ejercicio no pueda tener una misma función en ambos casos.

En la Universidad de Granada trabajaron con niños con sobrepeso u obesidad dentro del proyecto ActiveBrains dirigido por Francisco B. Ortega. No sabemos si en el cerebro de estos niños se ha producido neurogénesis pero lo que hemos visto es que aquellos que tienen mayor capacidad aeróbica y motora, factores modificables a través del ejercicio físico, tienen a la vez más materia gris en el cerebro, y en zonas concretas que son clave para la memoria de trabajo y el aprendizaje, como puede ser el hipocampo.

Hay veces que parece que si no hablamos de neurogénesis no hablamos de nada, pero hay muchos otros puntos que pueden mejorar el funcionamiento del cerebro. El aumento de la materia gris no tiene por qué venir precedido de un mayor número de neuronas, pero sí de una mayor masa de las que ya tenemos. Es decir, podríamos simplificar diciendo que, independientemente de que ayude o no a que se creen nuevas neuronas, el ejercicio físico logra que las que ya se tienen funcionen mejor.

También creemos que al hacer más ejercicio físico no solo se genera este incremento de la materia gris sino que, a nivel funcional, se produce un aumento de la conectividad entre las diferentes regiones del cerebro. Lo que vimos en nuestro estudio es que en los niños con mayor capacidad aeróbica aumentaba la conectividad del hipocampo con regiones frontales del cerebro y esto a su vez parece generar un mejor rendimiento académico.

En cuanto a qué tipo de ejercicio es el más adecuado, también aquí hay novedades. Clásicamente, la mayor parte de los estudios han investigado cómo el ejercicio aeróbico de intensidad moderada, es decir, andar, correr, etcétera… tiene efectos en la materia gris del cerebro. Pero ahora se está empezando a examinar otros tipos de ejercicio, no solo el aeróbico sino también el ejercicio de fuerza muscular o ejercicios motores. Además, otros estudios recientes están examinando el efecto de ejercicio de alta intensidad, clásicamente conocido como HIIT, en el cerebro. De hecho, las últimas recomendaciones estadounidenses sobre actividad física incluyen, por primera vez, un apartado específico sobre las mejoras a nivel cerebral, pero detallan la necesidad de realizar más estudios que examinen cómo otros modos de ejercicio (ejercicio muscular, yoga, taichí) y a intensidad elevada podrían tener beneficios a nivel cerebral.

Resumiendo, el ejercicio puede hacer que el cerebro funcione mejor mediante otros procesos que no son neurogénesis. Lo que necesitamos es conocer la fórmula exacta de ejercicio físico, en términos de modo, duración, frecuencia e intensidad, para generar esos beneficios a nivel cerebral.

 

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