Se trata de Gisele Ferreyra, una periodista de La Plata que sorpresivamente descubrió que formaba parte de la lista de Bandera Vecinal, un partido ultranacionalista que nada tiene que ver con su historia personal.
“Estaba chequeando las afiliaciones a los partidos políticos, puse mi DNI y saltó que estaba afiliada a un partido, pero no decía cuál. Por una cuestión familiar, creía que estaba afiliada al PJ. Entonces, me fijé en el padrón del PJ bonaerense, del nacional y nada. Después busqué en la UCR y el PRO, y tampoco. Ahí pensé que estaba afiliada a un partido más chico y me atreví a buscar mi nombre completo en Google, poniendo ‘candidata’ al lado”, contó en diálogo con los colegas de 0221.com.ar.
Grande fue su sorpresa cuando el buscador arrojó los primeros resultados y Gisele comprendió lo que ocurría: “Aparecí como candidata a concejal titular, en el orden diez, por Bandera Vecinal”, contó sorprendida.
Indignada, la joven tomó cartas en el asunto y se puso en contacto con el principal referente de esa lista, el precandidato a intendente Oscar Loyola. “Me dijo que fue un error, que querían inscribir a una chica con otro nombre pero mi mismo apellido, que no se explicaba qué pasó y que iba a fijarse quién tenía la culpa”, reveló Ferreyra sobre la escueta y poco convincente respuesta que recibió.
“Averigüé con contactos de la Junta Electoral y me dijeron que tenía que presentar dos cartas, una a ellos y otra a los Tribunales Federales. Lo hice y me respondieron que ya era tarde y que las boletas iban a estar, por lo que el domingo voy a figurar dentro de este partido con el que no comulgo ni tengo nada que ver en cuanto a valores”, indicó la joven que publicó su caso en Twitter y recibió decenas de comentarios de otros vecinos sorprendidos por la increíble situación que le toca vivir.
En ese marco, Gisele adelantó que irá hasta el final para que esta situación no se vuelva a repetir. “Es un dolor tremendo verme ahí. Me recomendaron iniciar acciones en los fueros Penal y Civil para conseguir un resarcimiento, pero más allá de eso quiero que ni estos tipos ni nadie más vuelva a hacerlo”, sostuvo enojada.
“Me quería morir cuando terminé corroborando que el DNI era mío. No solo estoy afiliada sino que estoy en la lista y para eso alguien tiene que firmar, es increíble”, cerró la joven.