jueves, marzo 28, 2024

El Gobierno ya eligió: tasas altas para llegar a octubre con un dólar calmo

En el Gabinete reconocen que el costo de financiamiento ahoga la economía, pero están decididos a pagar por ello para estabilizar los precios.

“La tasa en estos niveles ahoga la economía”. La frase, contundente y honesta, salió de la boca de un ministro clave de Mauricio Macri. El corte promedio de las Leliq cerró la tasa en 59,28%.“La producción así no es viable”.

Por otro lado, ese mismo funcionario -y otros ministros incluso, admiten que las tasas altas estabilizan la economía. No lo dirán en voz alta. Es una frase. Sólo retumba para la sala de máquinas del equipo económico y nunca se jactarán así en público: “Hoy la macroeconomía está mejor que hace un año: bajamos el déficit fiscal, corregimos los precios relativos y el desequilibrio de cuenta corriente. ¿Qué falta? Que baje la tasa Sandleris”. ¿Pero eso será posible? Según los economistas aún falta. También dentro del Gobierno.

El Banco Central sabe de las urgencias y tiempos del Poder Ejecutivo. Sandleris almuerza con muchos de ellos. Se wasapea. Son los mismos (o casi) funcionarios que un año atrás se jactaban de que el Banco Central (con Federico Sturzenegger) tenía las tasas muy elevadas y eso apreciaba el tipo de cambio dificultando el crecimiento de la economía. El propio Sandleris hacía ese planteo cuando estaba en Hacienda.

“Mi visión es que la tasa de interés tiene que bajar dos puntos por mes en los próximos tres meses”, dice el ex gerente general del Banco Central Julio Piekarz. Para este economista, el esquema económico actual de la Argentina necesita de tasas más bajas no sólo por la recuperación de la actividad (“no impactan tan de lleno en la producción”), sino por el financiamiento a las pymes, al consumo y “el aumento en términos reales de la deuda del Estado, incluyendo la del Banco Central”. El desafío, para Piekarz, pasar por enfrentar eso mismo que señalaba el viernes ese ministro clave del gobierno de Macri (“bajar la tasa de interés”) y al mismo tiempo subir el tipo de cambio (“no me gusta este dólar en el piso de la zona de no intervención, se está atrasando; debería estar entre $40 y $40,5). Todo ello, sin que las expectativas de inflación empeoren.

Pero Piekarz reconoce que no es fácil. De ahí que diga que “falta aún para que la tasa baje”. Federico Furiase, economista de EcoGo, dice que para que ocurra la baja de tasas “es necesario que las expectativas devaluación-inflación y el riesgo país bajen un nuevo escalón”. Encima se avecinan subas de tarifas que presionarán sobre la inflación en el arranque del año. «Tampoco veo la tasa bajando pronto. Paso a paso», remata Furiase.

¿Y mientras tanto? ¿qué puede hacer el Banco Central? ¿acaso la tasa no está determinada por la oferta y demanda? “De manera diaria tiene margen para darle una indicación al mercado de que la bajará y ver cómo éste reacciona”, responde Piekarz.

El Gobierno dejó los pronósticos de lado. Al menos públicamente. Hacia adentro, admiten, se encara un año que “será muy duro”. Así dicen cerca del presidente Mauricio Macri. Los datos de esta semana que mostraron una caída de la industria del mes de noviembre de 13,3% anual “se presentarán también para el mes de diciembre”, admiten. “La desaceleración de la contracción la veremos en las cifras del primer trimestre”. Encima, las expectativas de inflación 2019 (28,7%) aumentaron según el último relevamiento de expectativas y como consecuencia que la mayor parte de los ajustes en transporte, luz y gas serán en el primer semestre.

Fuente: Clarín

 

 

 

 

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