viernes, abril 19, 2024

El 40% de los argentinos duerme mal o padece alguna patología del sueño

Dormir mal no es gratis y, al parecer, no es poco frecuente. Cuatro de cada diez argentinos tiene problemas para descansar adecuadamente, dificultad que tiene impacto tanto en la vida hogareña como en el desempeño profesional.

Cerca del 40% de la población argentina duerme mal o padece alguna patología crónica relacionada al sueño, según trabajos realizados por el Dr. Pablo Ferrero, Especialista en Medicina del Sueño, .

El stress, malos hábitos alimentarios, la propensión al uso de pantallas, entre otros factores, apoyan el crecimiento de este trastorno que afecta a cada vez más personas en nuestro país.

“Las personas mal dormidas tienen entre 5 a 7 veces más accidentes hogareños o laborales.Transcurridas 24 horas sin dormir, baja en promedio el 6% de la glucosa cerebral. Las áreas más afectadas son el lóbulo parietal y la corteza prefrontal, que pierden del 12 a 14% de glucosa. Estas son áreas cognitiva y afectivamente muy activas, que nos permiten pensar, distinguir ideas, tener control social y diferenciar lo bueno de lo malo”, explica Ferrero, Especialista en Medicina del Sueño

Esto problema repercute notablemente en nuestra actividad diaria; trae aparejado problemas tales como somnolencia, falta de concentración y mal humor, baja en el rendimiento. El sueño es tan necesario para el cuerpo como la alimentación, hidratación y oxigenación.

Facundo Nogueira, Jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas, explica: “No es una pérdida de tiempo ni resta capacidad para hacer otras cosas. Lo ideal es descansar entre siete y nueve horas diarias. Es importante reducir la exposición a pantallas después de las 23; ser prolijos con la alimentación con 4 comidas diarias, evitando comidas pesadas de noche dado que prolongan el proceso de digestión. Sumamente relevante es realizar actividad física en forma regular, preferentemente por la mañana. Una siesta diaria de entre 20-30 minutos resulta altamente reparadora”, detalla.

“La elección de un buen colchón resulta fundamental a la hora de asegurar nuestro descanso”, describe el estudio de Ferrero. Debe ser confortable; al igual que las almohadas. Es importante tener en cuenta la vida útil de los colchones, que en general es de entre 5 y 7 años. Un buen colchón debe distribuir el peso del cuerpo de modo uniforme y mantener alineada la columna tanto boca arriba como de costado. “Cuando la gente toma la iniciativa de cambiar su antiguo colchón, lo hace tomando conciencia de que el que tiene en su hogar es de baja calidad o bien con muchos años de uso, lo que impide un sueño reparador”, comentan desde Sommier Center, cadena especializada en la venta de colchones y sommiers.

En la medida en que la población tome verdadera conciencia acerca de lo vital que es buen descanso; seguramente irá incorporando nuevos hábitos que le permitan alcanzar un sueño de calidad.

BAE.

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