viernes, marzo 29, 2024

COVID-19: científicos creen que el transporte público puede no ser una fuente importante de propagación

La propagación de coronavirus mediante el transporte público es mucho menos probable de lo que se temía, sugieren investigaciones recientes. Debido a que el virus prospera en espacios interiores cerrados con poca ventilación y multitudes de personas densamente pobladas, los trenes, autobuses y aviones fueron designados por expertos de todo el mundo como posibles puntos críticos al comienzo de la crisis. Sin embargo, nuevos estudios develan que, si se usan máscaras y se respeta el distanciamiento social, la posibilidad de que el virus se propague en el transporte público es mínima.

Los estudios de seguimiento de contactos que analizan cientos de grupos de COVID-19 en Francia, Austria y Japón vincularon menos del 1% de los eventos de supercontagios al transporte público. Se descubrió que la probabilidad de contraer el virus era mucho mayor cuando se trabaja en una oficina, se come en un restaurante o se bebe en un bar.

Los científicos aseguran que las personas tienden a permanecer en trenes o autobuses durante períodos de tiempo relativamente cortos y, a menudo, no hablan con nadie, lo que reduce la cantidad de aerosoles que disipan. Los barbijos también son obligatorios en el transporte público en la mayoría de los países, lo que reduce aún más el riesgo de propagación, mientras que en la mayoría de los entornos de trabajo y restaurantes no lo son.

La imagen emergente en las principales ciudades del mundo sugiere que el transporte público puede no ser tan arriesgado como se cree. En los países donde la pandemia ha disminuido, la cantidad de pasajeros se ha recuperado en un número mucho mayor que en la ciudad de Nueva York; sin embargo, no ha habido eventos notables de supercontagios vinculados al transporte público, según una encuesta de agencias de transporte realizada por The New York Times.

Si se pueden abordar los riesgos del tránsito masivo, eso podría tener implicaciones radicales para muchas grandes ciudades del mundo. En París, las autoridades de salud pública que realizaron el rastreo de contactos descubrieron que solo cuatro de los 386 grupos de infección identificados entre principios de mayo y mediados de julio estaban vinculados al transporte público de la ciudad (1%). El estudio fue realizado por investigadores de Sante Publique France, la agencia nacional de salud pública del país.

Un estudio de los grupos de coronavirus en abril y mayo en Austria no relacionó ninguno con el transporte público. Y en Tokio, donde las autoridades de salud pública han rastreado agresivamente los grupos de virus, ninguno se ha relacionado con las líneas ferroviarias famosas de la ciudad. Según los expertos, entre la gama de actividades urbanas, viajar en subte es probablemente más riesgoso que caminar al aire libre, pero más seguro que comer en el interior.

 

Fuente: infobae

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