jueves, abril 25, 2024

Con una cuarentena más dura en el AMBA, el Gobierno pedirá un "esfuerzo" para aplacar la curva de contagios

Este viernes al mediodía el presidente Alberto Fernández anunciará que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) deberá dar marcha atrás en el grado de apertura de la cuarentena por primera vez desde el inicio de la pandemia. A grandes rasgos, la nueva etapa del aislamiento social incluirá límites a la circulación de personas y a la actividad comercial.

 

La decisión de pedirle a la sociedad “un nuevo esfuerzo” no llegó sin tensiones entre la Nación, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad, que sostuvieron hasta este jueves las discusiones en Olivos sobre qué tipo de restricciones serán establecidas y, además, desde cuándo.

 

Una idea que fue consensuada en la cumbre en la Residencia presidencial fue que el nuevo tramo de cuarentena endurecida no comenzará de forma inmediata sino que lo hará desde el miércoles, para así “dar tiempo” a la sociedad para prepararse para un confinamiento más pronunciado durante 15 días.

 

Para lograr ese aislamiento mayor, el Gobierno cortará ciertos circuitos de transporte público para que, de esa forma, la circulación de personas baje. Según datos oficiales, a esta altura ya toman el transporte el doble de pasajeros que al inicio del aislamiento social, el 20 de marzo.

 

La trastienda de la decisión

 

El anuncio de la nueva etapa de la cuarentena tuvo que ser pospuesto hasta el viernes, cuando se esperaba originalmente para este jueves por la noche. El mensaje será grabado y sería difundido pasado el mediodía. La decisión no fue casual, ya que la previa del encuentro en Olivos estuvo marcada por negociaciones a contrarreloj, dudas y tensión.

 

Tanto Alberto Fernández como Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof coinciden en la necesidad de poner un freno al aumento de contagios en el AMBA pero hasta la tarde del jueves aún persistían ciertas incógnitas respecto a las restricciones que caracterizarán a la nueva cuarentena, que no será igual a la fase 1 pero sí muy estricta.

 

En este contexto, todavía no está claro qué ocurrirá con el transporte interurbano y se desconoce qué negocios de cercanía permanecerán habilitados en la Ciudad. A su vez Larreta quiere sostener las salidas recreativas de los niños y niñas y hay dudas sobre la continuidad de la actividad física.

 

El funcionario porteño asegura que no hay argumentos científicos que demuestren que los runners generan un efecto adverso en la curva de contagios. “Hace bien a la salud”, suele repetir. De todas formas, aceptaría dar marcha atrás con la habilitación a la actividad física nocturna a cambio de mantener las salidas para los chicos.

 

El gobierno bonaerense es el que quiere avanzar más decididamente a un endurecimiento. Kicillof tendría decidido cerrar comercios ubicados en grandes avenidas e incrementar el nivel de controles en el transporte. No se descarta, incluso, que puedan cerrarse estaciones de trenes en el conurbano.

 

Fuente: TN

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