jueves, abril 18, 2024

Cayó drásticamente la natalidad en Europa durante la pandemia

La baja de natalidad en Europa es una tendencia en los últimos años por muchos motivos. Entre ellos, porque cada vez son más los jóvenes que no desean tener hijos. Sin embargo, la llegada del COVID-19 pronunció la caída de nuevos nacimientos en España, Francia, Italia y Alemania, los países con mayores caídas desde que empezó el confinamiento por coronavirus el año pasado.

Según informó el Instituto Nacional de Estadística (INE), España es por lejos el país más afectado en lo que refiere a natalidad: en 2020, hubo 23.226 nuevos bebés, lo que supone un 20,4% menos nacimientos que en diciembre de 2019. Se trata de la cifra más baja desde 1941, año en el que se empezaron a hacer las mediciones y los registros.

A diferencia de lo que creían los especialistas, la supuesta ola de nacimientos en España tras el confinamiento por COVID-19 (del 15 de marzo a diciembre de 2020) nunca llegó, sino que, además, potenció este problema de escasa población nueva en ese país europeo.

“Aunque llevamos varios años en una constante tendencia a la baja, el descenso se ha acentuado nueve meses después del confinamiento. La tensa situación pandémica parece que mejoró en abril, pues nueve meses después, ya en enero, hubo un pequeño incremento con 24.061 bebés”, informaron desde el INE.

Esas cifras, bajas de hecho, no sorprendieron a los sociólogos y demógrafos, que ya venían anunciando esta tendencia descendente de natalidad en algunos países europeos. En Italia y Francia -donde el coronavirus también tuvo un fuerte impacto-, la caída de nuevos nacimientos fue similar a la de España: se registró una baja del 21% respecto a 2019. En tanto, en Alemania, y por primera vez en diez años, hay más muertes que nacimientos. Se estima, además, que no habrá un crecimiento de su población.

No obstante, alertaron los especialistas, España sigue siendo el país más preocupante en este sentido. Entre 2014 y 2019, se había registrado una caída de la natalidad del 16% y ahora, ese porcentaje trepó al 20,4%.

Para los expertos, este cambio de paradigma y el descenso demográfico se deben a varios motivos: la tensa situación hospitalaria, la inseguridad y el miedo por considerarse a las embarazadas dentro del grupo de riesgo, los problemas laborales provocados por la pandemia (como la reducción de los salarios y el desempleo) y la incertidumbre económica propia de la crisis global, entre otros.

A su vez, explicaron que las perspectivas a futuro no alientan mucho a las nuevas generaciones, cuya mentalidad es distinta en lo que refiere a los vínculos personales y la familia. De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de la Juventud, el 18% de los españoles jóvenes (hasta los 30 años) manifestó que no piensa tener hijos en su vida. En tanto, un poco más del 15% dijo estar convencido de que tendrá un hijo como máximo.

Si bien los demógrafos son optimistas y esperan un leve repunte (debido a la mejora del ánimo de la población española) para mediados de este año, la realidad es que la tasa global de nacimientos podría ser un 10% más baja hacia finales de 2021. Además, aseguraron, la mujer española (con un promedio de 34 años) es la que más tarda en tener hijos en el mundo. España tiene la tasa de fertilidad más baja de la Unión Europea: 1,26 hijos por mujer.

Para los especialistas, la situación económica es un factor determinante en la decisión de tener hijos. Después de la pandemia de gripe española, en 1918, hubo una fuerte recuperación de natalidad porque la economía repuntó y cada mujer tuvo entre 4 y 5 hijos.

Fuente: TN

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