viernes, marzo 29, 2024

Carlos Arce: “El IPS no tiene letra chica”

“Cuando se firma un contrato con una prepaga tenés que leer la letra chica, pero cuando se te incorpora al IPS, no tenés ningún tipo de carencia. Al otro día de darte de alta disponés de los mismos servicios que un afiliado que está hace tiempo”.

 

Con esta afirmación el presidente del IPS, Carlos Arce, pone de relieve algo que pareciera básico, pero que implica una realidad en las prestaciones de la inmensa mayoría de las obras sociales. Cuando las “papas queman” y el afiliado requiere de la cobertura tan valiosa para hacer frente a enfermedades, aparecen de pronto los cargos extras y los “peros” que tantos nervios y decepciones hacen pasar a aquél que está en un momento de necesidad.

Carlos Arce: “El IPS no tiene letra chica”

La concepción filosófica de entender al IPS como un espacio solidario, de servicio, y no como un nicho dedicado a la “facturación”, viene a romper con la lógica comercial que ve al usuario como un cliente, y de allí el éxito que está teniendo la obra social estatal de los misioneros.

Arce repasa en una extensa entrevista con Revista Códigos mucho del trabajo realizado en su tiempo al frente de la Institución, pero quizás lo más significativo de la charla pase por aquello que da sustento a las medidas, al hoy: un rol más humano -por exponer un adjetivo- de un organismo al que durante mucho tiempo se le reclamó esa sensibilidad.

Carlos Arce: “El IPS no tiene letra chica”

 

¿Cuál es el presente del IPS?

Hay dos cosas fundamentales que pensamos en el IPS: lo primero, es que vemos a nuestros afiliados como dueños de la obra social, porque más allá del pago gracias al descuento que se le hace en el recibo de sueldo, también tenemos una cobertura médica. Tratamos de satisfacer las necesidades del afiliado.  Hoy contamos con más de 1400 empleados y unos 203 mil afiliados.

Cuando asumimos había cosas que se hicieron muy bien, pero con una realidad nacional diferente. Hoy la situación es más difícil. Siempre digo que vine a este lugar estando del otro lado del mostrador, como prestador, escuchando al afiliado en mi consultorio. Eso me dio otra visión de las cosas y percepción de la realidad. Más aún que nunca tuve un puesto público. Solo atendía IPS a través de las consultas y las prácticas. Eso me dio un concepto más humano hacia el afiliado.

Carlos Arce: “El IPS no tiene letra chica”

Hay cosas que para nosotros son básicas. Una de las primeras es que se trate de la mejor manera a nuestros afiliados. Yo jamás trato mal ni ninguneo a nadie y eso es algo que busco instalar en la Institución, porque la atención en la Administración Pública tiene cierta fama de indolencia hacia las personas, y esto lo fuimos transformando. Es una de las huellas que queremos dejar.

 

Una de las promesas de su gestión fue combatir la burocracia, ¿se logró ese objetivo?

Hemos enfocado este tema en varios aspectos, tanto en prestación y previsión. De 21 mil consultas para médicos especialistas, pasamos a 30 mil mensuales, y de 42 mil de médicos de cabecera, la llevamos a 65 mil al mes. Facilitamos el acceso a las consultas.

Siempre dije que Misiones es un ejemplo nacional con su sistema de Salud Pública. Fui becado un año en Europa, también recorrí modelos en Estados Unidos y los puedo comparar. Y la Provincia no se queda atrás en infraestructura.

 

En ese contexto también pensaba que en lo que había que trabajar era en el acceso de la gente a este sistema. Me preocupé para que nuestros afiliados lo tengan. Hoy con la simple presentación del carnet se puede hacer cualquier tipo de trámite.

 

¿Qué es lo que más demanda el afiliado?

Dos cosas: la eliminación del plus y la disminución de la demanda contenida. Disponemos cuatro canales: la página, el 0800, lo presencial y buzones de quejas y reclamos en toda la Provincia. Existen 63 delegaciones.

Tenemos delegados que se comunican cotidianamente. Cada 15 días controlo estos canales y veo todas las quejas. Las disminuimos de 40% a un 8%. Dignificamos las consultas médicas, gracias al apoyo del Gobernador, inyectando dinero.

 

¿El médico que trabaja con IPS debe cobrar algún plus?

De ninguna manera. Cada profesional firma un convenio con la Institución y en esa rúbrica se compromete a no cobrar ningún plus. En caso de ser así, el afiliado debe denunciarlo y nosotros nos comunicaremos con el prestador, para luego tomar las medidas correspondientes.

Pagamos la mayoría de las prestaciones en unos 45 días, en promedio. Esto es algo que no es muy frecuente. Yo lo viví cuando era prestador firmando pautas muy tentadoras que luego te comienzan a aplicar índices que disminuyen la cantidad y no sabes cuándo lo cobras. En ello somos previsibles.

 

¿Cómo viene el turismo social en esta temporada?

Muy bien. Tiene dos cosas muy gratas. Es inclusivo y autosustentable. El IPS no deroga ningún solo peso en eso, sino que recupera las cuotas de los afiliados. Con eso pagamos los destinos.

En el verano superamos los 1.100 que viajaron a diferentes destinos y por primera vez en su historia conseguimos pasajes aéreos a Salta, Bariloche y Mendoza. En invierno ya viajaron a Bariloche, Calafate y Ushuaia. También siguen los viajes vía terrestre.

Esto es algo inclusivo por su costo. Todos los trasportes tienen el mismo precio que el 2017. Por ejemplo: un viaje ida y vuelta en City Tours con un traslado a las altas montañas, con cinco noches de hotel, media pensión, desayuno y cena a solo 9.900 pesos.

 

¿Hay riesgo de que el IPS recorte sus prestaciones en este marco de crisis financiera nacional? Hasta se escuchó en algún momento que esta caja pasaría a Nación.

Siempre existe un riesgo. Nosotros tenemos que adecuarnos a la solvencia de nuestra obra social, y de ninguna manera se prevé el traspaso de la caja ni mermar las prestaciones. Tal es así que cuando nos citaron de Anses con las 13 cajas provinciales que aún mantenemos la autonomía, en ningún momento formó parte de la agenda el traspaso.

El afiliado sabe cuáles son las coberturas que tiene. Para que te des una idea, yo formo parte de la Confederación Argentina de Obras Sociales, y nuestro modelo Misionerista es ejemplo. Cubrimos prótesis sin diferenciar las nacionales e importadas; además de medicamentos de altos costos al 100%.

Es la única obra social que cubre medicamentos paliativos y oncológicos. Hay prótesis que salen entre 800 y 900 mil pesos; medicaciones de enfermedades que salen más de un millón de pesos por paciente.

Sin hablar mal de las prepagas, ellas tienen letra chica y el IPS no. Eso es importantísimo. Cuando se firma un contrato con una prepaga tenés que leer la letra chica, pero cuando se te incorpora al IPS, no tenés ningún tipo de carencia. Al otro día de darte de alta disponés de los mismos servicios que uno que está hace tiempo.

Estamos con 203 mil afiliados, de los cuales 77 mil son activos y 20 mil pasivos. Si se suman ambos llegamos a un promedio de 97 mil de los que aportan. Nos quedan otros más de 100 mil que no aportan, porque son familiares directos. Allí está el concepto de la solidaridad.

 

Además de la gestión se lo ve últimamente muy cerca de la militancia. ¿Cómo viene el 2019? ¿Se prepara para ser candidato?

Mirá, vengo de una actividad privada y si no me levanto a trabajar todos los días no como. Creo que el gran secreto de nosotros como funcionarios es pensar en la labor todos los días y después se verá. Sí es cierto que estoy muy involucrado en nuestro proyecto Misionerista, y si puedo ser útil en otro lugar que me designe la conducción lo seré, porque quiero serlo.

Solo sé que hay que hacer las cosas bien y trabajar diariamente para mejorar. Si me piden que me quede o vaya a otro lugar buscaré seguir dando lo mejor de mí.

 

El tema de este mes pasa por la despenalización del aborto, que ya tiene media sanción en Diputados, ¿cuál es su postura, desde el punto de vista médico-humano y como funcionario?

Mi opinión es personal y contundente. Estoy a favor de las dos vidas, absolutamente. Quizás como funcionario tendría que respetar la decisión de la mayoría. Si en algún momento hay una ley, de la cual no soy partidario, no podré tener objeción de conciencia como funcionario, pero sí como médico.

Estoy totalmente en desacuerdo con el aborto, pero sí creo que existe un vacío del Estado en hacerse cargo de aquellas mujeres que quedan embarazadas sin desearlo o por otro motivo. Hay que hacer algo, yendo a la causa y no a la consecuencia. Con este proyecto de ley se trabaja la consecuencia.

La consecuencia en este caso sería nada más ni nada menos que la vida de un inocente. Entonces digo que el Estado debe ponerse los pantalones largos para atacar las causas que nos llevan a esta realidad. Esto se hace con más educación sexual.

 

Podés leer la entrega completa de julio en su versión online en:  👇 📖

https://goo.gl/4z5mig

 

 

 

 

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