viernes, abril 19, 2024

Buscan erradicar la violencia en los jóvenes desde la sensibilización en Posadas

“Muchas veces la violencia tiene que ver con la doble moral que los adolescentes han aprendido de su entorno”, explicó Corina Dousset, directora municipal de Prevención de Adicciones, en el marco de realización de talleres como espacio de reflexión sobre problemática.

Bajo la denominación “Hacer visible, lo invisible”, la dirección municipal de Prevención de Adicciones perteneciente a la Secretaría de Salud, Medio Ambiente y Desarrollo Humano, comenzará un ciclo de sensibilización para abordar la violencia en los jóvenes. En esta primera oportunidad, las actividades estarán destinadas a la familia de la Unión de Rugby de Misiones.

“La idea es el trabajo en conjunto entre la Municipalidad y los clubes integrantes de la URuMi”, señaló. “Un programa educativo y de concientización sobre valores y tratar mejor al “otro” desde la empatía, para los clubes que integran la Unión, desde las categorías formativas hasta la primera división”, dijo.

Buscan erradicar la violencia en los jóvenes desde la sensibilización en Posadas

Doble moral

“Muchas veces la violencia tiene que ver con la doble moral que los adolescentes han aprendido de su entorno”, explicó Corina Dousset, directora municipal de Prevención de Adicciones.  “Si practican algún deporte, hay padres que corren alrededor de la cancha como si fueran los entrenadores, en lugar en alentar y aconsejar, gritan e insultan a los directores técnicos, a los otros equipos y hasta incluso a sus propios hijos, en vez de aceptar, incluso que éstos pueden tener limitaciones”, añadió a modo de ejemplificación.

“Esa doble moral que se puede encontrar en los discursos públicos, también en los adultos, en la educación, y en otros múltiples escenarios.  La doble moral es el principio del fin, donde se viola las normas éticas y de vida de la sociedad”, manifestó Dousset.

“La falta de empatía y el doble discurso moral es lo que la sociedad se debe replantear. Que las reglas las deben cumplir los otros Las leyes son para que las cumplan los otros. Las responsabilidades sociales la deben cumplir los otros. Y fomentamos desde nuestro propio entorno la irresponsabilidad, que tiene consecuencias nefastas”, profundizó.

“Muchas veces esa falta de control fuera de la canchas es lo que lleva al chico a aprender esos códigos, de no poder conciliar las diferencias, de no poder ser moderados, de no poder tener tolerancia en las frustraciones”, analizó la psicopedagoga.

Dousset recordó el dicho: “el fútbol es un juego de caballeros jugados por bestias, mientras que el rugby es un juego de bestias jugados por caballeros. A raíz de esta creencia, analizamos aquellos rituales de iniciación que tienen muchos deportes, con el supuesto fin de forjar la personalidad. Durante estos rituales hay sufrimientos, acosos y sometimientos, nada más lejos que el sufrimiento forma el carácter”. También manifestó que el rehusarse a ese tipo de actividades no es una opción, porque las consecuencias pueden ser peores. “Muchas veces,  se traslada esa rudeza del juego dentro de la cancha a la vida cotidiana. Se emulan situaciones traumáticas para desarrollar la personalidad más superadora o más avasalladora que con esto  el individuo o el equipo puede salir adelante. De hecho, se habla del ataque en manada”, sostuvo la directora de Prevención de Adicciones.

“Si no hay integridad, si no hay pasión, si no hay solidaridad, si no hay disciplina, ningún deporte podrá ser exitoso, porque vamos a tener otra formación de la persona. Porque el deporte tiene que ser una escuela para la vida: donde el respeto, la tolerancia, la superación el hecho deportivo, generen placer y alegría”, indicó.

Instancias hacia la carrera adictiva

Por otra parte, Dousset también dijo que en la carrera adictiva, se pueden reconocer tres instancias. La primera que “es el coqueteo con la droga”, mayormente se registra durante el discurrir de la adolescencia y se da en un espacio amigable: como el hogar,  la escuela o  el club. “En esos lugares donde decimos: ´estoy tranquila´, porque mis hijos y sus amigos están en mi casa, en el club o en la escuela. Sin embargo, hoy por hoy, ninguno de esos espacios son garantías”.

Luego, puntualizó que  si ese primer uso o experimentación de la droga, se queda instalada en un grupo vulnerable, donde los adultos no están presentes, se pasa a otro nivel, que es el abuso. Y ya hay otro tipo de vinculación con las sustancias y sus pares: “se van a juntar con los que son ´del palo´, con quienes puedo compartir estas prácticas. Empiezan a desentender responsabilidades y fallar en los compromisos”. Finalmente, si no hay un adulto o alguien que marque los límites en esta instancia de abuso, el final de ese camino se llama: “dependencia o adicción, que es una enfermedad biopsiconeurotóxica”, explicó la funcionaria municipal.

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