A los aumentos que ya se concretaron, los clientes deberán sumarle un nuevo incremento en las comisiones que las entidades cobran por mantenimiento.
El efecto de la pandemia de coronavirus golpeó con dureza a los bancos argentinos cuyos márgenes de ganancia durante el último año se achicaron considerablemente. Es que, en medio de la crisis sanitaria, el Banco Central les “congeló” las comisiones durante todo 2020 a valor de 2019.
Recién a fines del 2020 la autoridad monetaria les permitió a los bancos ajustar sus precios, pero con la salvedad que sólo podrían hacerlo a partir de enero. El organismo les exige un plazo mínimo de 60 días para informar aumentos en sus costos. Por tal motivo, los clientes de distintos bancos comenzaron a recibir notificaciones con los nuevos precios, que implican un nuevo recargo que, en algunos casos, superan el 33%.
Tras el reclamo de los bancos, el BCRA los liberó este mes de la obligación de no cobrar por las operaciones con cajeros automáticos, pero aún tienen topeadas ciertas tasas, como el costo de financiación del resumen de tarjetas de crédito, que se mantiene en 43%.
“Todos van a aumentar. Todos los bancos quedaron muy rezagados respecto del resto de los precios de la economía. Así que un ajuste en las comisiones no sólo es esperable este año, sino que inevitable”, indicaron fuentes de una entidad bancaria.
Casi todas las entidades tienen bonificados los costos de mantenimiento de cuentas para los clientes que acrediten el sueldo en ellas, pero hay otros ítems que sí se cobran: desde la reposición de los plásticos de débito o crédito en caso de hurto o extravío hasta el mantenimiento de una caja de seguridad.
Para algunos segmentos, incluso, los bancos ofrecen bonificar el mantenimiento de los paquetes aunque no se acrediten los haberes, si se tiene determinado nivel de gastos, o si se saca una cobertura de seguro con una póliza mensual.