“Él dice que lo quemo siempre, pero es la mejor anécdota que tengo con él y es cuando yo dije ‘ah, este tipo me cae bien’”, comenzó su relato. “El venía de hacer Alma pirata. ¡Me va a matar porque digo esto! Estaba muy grandote, tenía el pelo largo y era una onda Tarzán. Obvio que quería llevarse bien con el hijo de su novia y lo que pasó fue un momento puramente improvisado”, contó, risueño.
“Estábamos en la pileta, él estaba con sus ‘tubos’. Me preguntaba a qué me iba a dedicar y cosas así. En un momento se tira a la pileta y cuando se tira, sale con el mismo personaje de canchero y tenía un moco que le caía. Una sólida vela”, lanzó, divertido. “Yo no lo conocía tanto y no sabía qué decir. Recién estaba metiéndose en casa, venía cada tanto, hablábamos por teléfono pero poco”, detalló.
“Él seguía hablando de la pileta y en un momento tuve que decirle ‘tenés un moco en la nariz’. Se puso blanco porque todo lo que había dibujado y armado perfectamente se le caía. Inmediatamente se metió en la pileta”, recordó, entre risas. “Tenía 9 años y hoy nos reímos. Desde ese día en adelante somos inseparables”, finalizó.