lunes, mayo 20, 2024

El Programa de Huertas Escolares se afianza y cada vez más instituciones lo eligen

Surgieron como recurso didáctico de aprendizaje. Poco a poco se afianzaron como herramienta de cambio cultural desde los más chicos y hoy cuentan con la fuerza que provee una ley provincial que las reconoce como herramienta de educación ambiental sustentable y soberana. El programa se amplia tanto en escuelas de gestión estatal como privadas.

El ingreso de las huertas al espacio escolar, en su génesis, fue como parte de los proyectos institucionales de las escuelas vinculadas al agro. Después respondió a la necesidad de producir verduras que fueran utilizadas en la alimentación de los alumnos que cursaban en las jornadas extendidas. Pero lograron consolidarse cuando el Estado Provincial las entendió como un elemento clave de soberanía alimentaria misionera y los propios educadores la apropiaron como herramienta didáctica efectiva, tan dúctil  como para poder vincularla y adaptarla al dictado de cualquier asignatura.

Así, en los espacios físicos de los establecimientos educativos, comenzaron a aparecer pequeños sembrados en algún rincón, que tuvieron su correlato con niños y adolescentes que utilizaron algún espacio de su patio para comenzar una plantación de tomate, zapallo, mandioca, lechuga, entre otros cultivos.

El Programa de Huertas Escolares se afianza y cada vez más instituciones lo eligen

La vinculación también fue entendida desde las políticas públicas y por ello se trabajó en equipo entre la dirección de Escuelas con Orientación Productiva del Ministerio de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología, a cargo de Marjorie Márquez de Fontana  y de su par Otto Goritz que perteneciente a la secretaría de Estado de Agricultura Familiar.

En cuanto a los dos proyectos legislativos, que se transformaron en una ley, el primero fue presentado por la secretaría de Agricultura Familiar (en su mandato como diputada), Marta Ferreira y el segundo por Martín Sereno junto a Héctor Bárbaro (MC).

Se busca incluir la huerta como recurso pedagógico en las instituciones educativas; implementar talleres teóricos-prácticos sobre horticultura destinados a directivos, docentes, estudiantes, padres y toda la comunidad; generar conciencia ambiental; promover la agricultura familiar y enseñar el derecho a la soberanía alimentaria; promover la educación económica a través de la agricultura; y promover salidas recreativas a ferias francas y huertas de productores locales.

Artículos relacionados

Más Información